8 de abril de 2015 por Kaayla Daniel
Traducido por Verónica Belli Obando
De acuerdo con el CDC (Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos), sesenta y nueve por ciento de estadounidenses tienen sobrepeso, y alrededor del treinta y cinco por ciento son obesos, a pesar de las iniciativas masivas de salud pública, las crecientes ventas de productos de pérdida de peso y las grandes ventas de libros sobre dietas.
A través de los años, numerosos libros para perder peso han hecho notar la importancia de tomar sopa en sus programas. Sin embargo, el razonamiento rara vez ha trascendido la idea obvia de que llenar nuestro estómago con sopa nos deja menos espacio para ingerir comida y postre dentro nuestro. Si bien este podría ser un motivo válido -y existe al menos un estudio que ha demostrado una menor ingesta calórica cuando el menú incluye sopa-, también hay otros motivos respaldados con solidez por la ciencia para esta recomendación.
El caldo mejora la digestibilidad y la asimilación de la comida, dando al cuerpo el mensaje crítico de que está profundamente nutrido, feliz, y satisfecho. Las personas que sienten satisfacción física y emocional con su alimentación además experimentan menos antojos por ingerir azúcar y carbohidratos almidonados. Eso no solo influencia el logro y mantenimiento de un peso saludable, sino que también minimiza la probabilidad de desarrollar diabetes u otras condiciones patológicas relacionadas con la glucosa en sangre, que contribuyen con la condición a la que el médico Mark Hyman suele referirse como “diabesidad”. Al sanar nuestro sistema digestivo también nos hacemos más capaces de albergar mayor cantidad de microbiota benéfica, la cual se encarga de remover los carbohidratos almacenados en forma de grasa corporal. En contraste, un microbioma intestinal deficiente incrementa la producción de insulina, y así conduce al cuerpo a la resistencia a la insulina y a un incremento en el almacenamiento de grasa corporal.
Ahora existe una investigación de Brasil que sugiere que la glutamina en el caldo podría ayudar a construir un microbioma saludable. La glutamina es un aminoácido considerado “condicionalmente esencial” que se encuentra de manera abundante en el caldo y que por lo general es insuficiente en la dieta moderna, así como en las dietas veganas y vegetarianas. Asimismo, la glutamina puede ser escasa en dietas con un alto consumo de alimentos animales cuando no se consume el animal entero, sino que se opta solo por el consumo de filetes y todo tipo de carnes magras.
Los investigadores brasileros descubrieron que una dosis diaria de 30 gramos de glutamina en personas con obesidad y sobrepeso redujo de manera significativa la tasa de bacterias Firmicutes a bacterias Bacteroidetes (F/B). La tasa de F a B ha sido un área de investigación muy activa al menos desde el año 2005, cuando Kefrey Gordon y sus colegas en la Universidad de Washington en St. Louis descubrieron niveles altos de bacterias Firmicutes y niveles bajos de bacterias Bacteroidetes en ratones obesos en comparación con ratones sin sobrepeso. Un año después el equipo de Gordon anunció descubrimientos similares en humanos obesos.
El reciente estudio sobre el consumo de glutamina incluyó 33 adultos obesos o con sobrepeso, de edades entre 23 y 59, con un IMC (índice de masa corporal) de entre 26 y 47. Los investigadores encontraron que la taza de F a B disminuía de 0,85 a 0,57 en el grupo consumiendo glutamina, y aumentaba de 0.92 a 1.12 en el grupo control, quienes recibieron 30 gramos de L-alanina. Lo que el estudio brasilero no mostró fue pérdida de peso, lo que no ha de sorprendernos dado que el estudió duró en su totalidad catorce días. Aún queda por ver si un estudio de este tipo a largo plazo resultaría en cambios metabólicos que dirigen al individuo a una pérdida de peso permanente.
Otro estudio relevante sobre la glutamina y el microbioma fue publicado en el año 2012 por Zhao-Lai Dai y sus colegas en el laboratorio de Microbiología Gastrointestinal en la Universidad Agrícola de Nanjing, en Nanjing, China. En este se sugería que la glutamina regula la manera en que el microbioma intestinal asimila y utiliza los aminoácidos, particularmente la arginina. Dado que un suplemento de glutamina sería capaz de satisfacer las necesidades de las bacterias patogénicas, la ingesta de glutamina podría minimizar el efecto negativo de las bacterias patogénicas para el huésped, resultando en mejoras generales en la salud.
El descubrimiento de que la glutamina podría beneficiar al microbioma del tracto digestivo se adhiere a una larga lista de efectos benéficos para la salud que los investigadores han encontrado en la glutamina a lo largo de muchos años. La ganancia muscular, la curación acelerada de heridas, la curación del tracto digestivo, la modulación del sistema inmune, y la producción de la hormona del crecimiento humano, son solo unos cuantos de aquellos muchos beneficios. Se ha encontrado que la glutamina es el tercer aminoácido más abundante en el caldo de huesos y en la gelatina. Los libros nos dicen que es un aminoácido “no esencial” dado que el cuerpo puede fabricarlo a medida que lo necesita, sin embargo, la habilidad de fabricarlo de manera fácil y abundante probablemente se cumpla solo en aquellas algunas personas que gozan de una salud radiante, mientras que la realidad es que la mayoría de personas hoy en día están tan física y/o mentalmente estresadas, que se verían tremendamente beneficiadas al incrementar su consumo de glutamina. Y si bien los suplementos de glutamina son una opción, la opción de la “comida real” es el caldo de huesos.
Referencias
- De Souza AZ, Zambom AZ, et al. Oral supplementation with l’glutamine alters gut microbiota of obese and overweight human adults: a pilot study. Nutrition Journal, Published Online: January 29, 2015, http://www.nutritionjrnl.com/article/S0899-9007(15)00035-0/abstract Full text available at Research Gate: https://www.researchgate.net/publication/272198125_Oral_Supplementation_with_L-Glutamine_Alters_Gut_Microbiota_of_Obese_and_Overweight_Human_Adults_A_Pilot_Study
- Ley RE, Turnbaugh PJ, Klein S, Gordon JI. Microbial ecology: human gut microbes associated with obesity. Nature. 2006 Dec 21;444(7122):1022-3.
- Turnbaugh PJ, Ley RE, Mahowald MA, Magrini V, Mardis ER, Gordon JI.An obesity-associated gut microbiome with increased capacity for energy harvest. Nature. 2006 Dec 21;444(7122):1027-31.
- Ley RE, Bäckhed F, Turnbaugh P, Lozupone CA, Knight RD, Gordon JI. Obesity alters gut microbial ecology. Proc Natl Acad Sci U S A. 2005 Aug 2;102(31):11070-5
- Jumpertz R, Le DS, Turnbaugh PJ, Trinidad C, Bogardus C, Gordon JI, Krakoff J.Energy-balance studies reveal associations between gut microbes, caloric load, and nutrient absorption in humans Am J Clin Nutr. 2011 Jul;94(1):58-65.
- Dai ZL, Li XL, Xi PB, Zhang J, Wu G, Zhu WY. L’Glutamine regulates amino acid utilization by interstinal bacteria. Amino Acids. 2013 Sep;45(3):501-12.
Acerca de Kaayla Daniel
Kaayla T. Daniel, PhD, CCN, es conocida por desmentir mitos de nutrición. Daniel es una invitada popular en la radio y la televisión. La Dra. Daniel es la autora del libro “The Whole Soy Story: The Dark Side of America’s Favorite Health Food” (“La historia completa sobre la soya: el lado oscuro del alimento favorito de moda”).
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